Cuando nos mudamos a nuestra casa, solo podíamos ver muros vacíos, bombillas al desnudo colgando del techo. Teníamos que ser creativos, dado el ajustado presupuesto del que disponíamos. Fue entonces cuando surgió la idea de montárnoslo nosotros mismos, comenzando por las lámparas. Cuatro de ellas en total. Una solución distinta para cada una: para la principal, empleamos no menos de 268 papeles de magdalena (¡no fue fácil!), seguido de otro procedimiento no menos inventivo: cientos y cientos de pajitas de plástico fueron empleadas para iluminar nuestro pequeño estudio. La tercera lámpara necesitó tres metros de fieltro blanco. Por último, queda la última, todavía en proceso de fabricación, para la que estamos empleando papel reciclado y, de nuevo, pajitas de plástico.
When we've moved to our unfurnished apartment we had to get bit creative because of the tight budget. For those reasons I’ve made this DIY lamps. For first of those I needed 268 cupcake liners (it’s seriously not easy). For second one I needed several dozen of plastic straws, this is the lamp that hangs in our “home studio”. The third one is made from 3 meters of white felt. Last but not least, is the one I’m still working on, which will be made from recycled paper and plastic straws.
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